Málaga Valley

Lo siento por la temática del blog, pero acabo de leer dos noticias que no podía dejar sin comentar. Al estar tan vinculadas a mi profesión, al mundo de la programación y la tecnología, que al fin y al cabo son el propio “alimento” del blog, no creo que sean demasiado disonantes con respecto al resto de entradas del mismo.

La primera de las noticias es el estudio que en tufunción hacen sobre el salario medio de un programador en España. Obtienen los datos de la herramienta Infojobs Trend Salarios, y los resultados no pueden ser más llamativos. En España, como media, se gana algo más de la mitad de lo que ganaría el mismo trabajador en el resto de Europa: Unión Europea 34.412€ - España 20.438€. Entre las comparativas que se realizan están las diferencias salariales entre diferentes roles (analistas, programadores senior y junior…), por rangos de edad y estudios, o por tecnologías en las que se trabaja (en los casos de Java y .NET, se ve una relación de amor-odio que les hace ir a la par, ganando terreno de una a otra tecnología en determinados periodos de tiempo).

Ante esto, resulta más chocante la segunda noticia que, en cualquier caso, no es novedosa: Málaga quiere tener su propio Silicon Valley. Se avanza que la ciudad deberá acoger en las próximas décadas a más de 100.000 trabajadores especializados, mentes pensantes les llaman, que harán de la ciudad un lugar de encuentro y trabajo tecnológico avanzado. Entre las “mejoras” a la ciudad, comentan la adaptación de la misma con viviendas del futuro al más puro estilo norteamericano, dotar de más servicios a la zona aeroportuaria, y expandir el Parque Tecnológico de Andalucía.

Y me pregunto yo, que tan sólo llevo aquí (en Málaga), viviendo y trabajando algo más de un año, si todo esto que nos quieren vender son realmente ventajas. Por un lado, hemos visto que los salarios de los trabajadores de las nuevas tecnologías en España son sensiblemente menores que los de sus equivalentes en el resto de Europa, y estamos hablando de salarios medios en España. Si comparamos los salarios de Madrid, por ejemplo, con los de Málaga, podemos hablar de unos 3,000€ de diferencia aproximadamente entre dos personas en una misma categoría profesional, por lo que el salario medio en Málaga respecto al Europeo se ve aún más duramente afectado. Respecto a los proyectos en los que se trabaja, sobre todo en empresas que operan a nivel nacional e internacional, la mayor parte de los que llegan a Málaga son los “marrones” que ya han pasado por otras oficinas y no han querido quedarse. Así, tenemos unos salarios risibles para proyectos mal planificados y difícilmente salvables. Con estas premisas, no me extraña que cada vez sea menos la gente que se matricule en las Ingenierías Informáticas que, encima, legalmente no son una ingeniería, a pesar de las demandas de aquellos que ejercemos esta profesión. Sin embargo, habrá quien venga a decirnos que de qué nos quejamos, si vivimos en un entorno agradable, en la Costa del Sol, a unos minutos de la playa. Y ahora, con casas ultramodernas e hiperamericanas. Lo que no saben, o no quieren saber, es que los trabajadores del Parque Tecnológico invierten más del doble de tiempo en llegar y volver de su trabajo que el resto de trabajadores de Málaga, por unas insuficientes y deficitarias infraestructuras viarias, que los que venimos de fuera y vivimos cerca del PTA para evitar esos atascos, sufrimos los elevados precios de alquiler impuestos por los habitantes de la zona, propietarios sin escrúpulos que han visto en la afluencia de trabajadores al PTA una gallina de los huevos de oro que explotar. Que, por si no nos ponemos suficientemente morenos en la playa, y para que no pasemos frío en invierno, van a instalar una central térmica junto al PTA, por lo que nuestros pulmones podrán lucir un bronceado envidiable gracias al hollín que respiremos. Tampoco nos preguntan si envidiamos el modelo de vida americano, que aquí nos es planteado como una ventaja. Este modelo de ciudad anglosajona nada tiene que ver con la mediterránea que conocemos, y que forma parte de nuestra cultura e idiosincrasia, además de ser tremendamente insostenible desde el punto de vista medioambiental.

Ante todo esto díganme, señores y señoras, a quién carajo (con perdón) le importa Malaga Valley si no viene de la mano de una mejor calidad de vida, un medio ambiente más sano, y mejores condiciones de trabajo.