Que el hombre es un animal de costumbres es algo innegable. Y afirmar que el programador, como particularización de aquel, suele ser además maniático, no constituye ninguna falsedad. Además del genérico “¡Hola mundo!” que cualquier programador implementa cuando se aproxima a un nuevo lenguaje de programación, el programador posee entre sus señas de identidad la elección de un IDE preferido y la personalización del mismo, acción esta que no siempre tiene porqué estar reñida con el buen gusto.
Entre las opciones que tenemos para la personalización de nuestro IDE se encuentra la elección del tipo de letra. Existen diversos tipos de letra específicamente diseñados para programadores, y entre sus características se cuentan:
- Facilidad para distinguir caracteres similares (como el cero de la o mayúscula, por ejemplo).
- Legibilidad, incluso con tamaños de letra pequeños, para maximizar la cantidad de código que podemos presentar en pantalla.
- Monoespaciado (para que la indentación, por ejemplo, sea adecuada).
Considero que la tipografía es un arte, y que la elección de un buen tipo de letra, legible y adecuado para nuestros textos, no tiene precio. Hace sólo unos días un compañero me recomendaba instalar el tipo de letra Consolas (un ClearType Font que Microsoft lanzó para Visual Studio 2005). La verdad es que me ha gustado mucho, e incluso he encontrado una versión libre llamada Inconsolata en un artículo que el conocido Jeff Atwood dedica a este tema en su imprescindible blog, Coding Horror, donde además dedica otra entrada a disertar sobre el color del código en nuestros entornos de programación. ¡¡Qué lejos queda poder cambiar de 20 a 45 líneas nuestro Turbo Pascal 7 o el Borland C++ 3.1!!
Finalmente me quedo con Anonymous, un tipo de letra que apareció inicialmente para Mac, pero que existe también en versión freeware como TrueType Font para Windows.
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