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Si la entrada que estás leyendo carece de imágenes, no se ve el vídeo que teóricamente lleva incrustado o el código fuente mostrado aparece sin formato, podéis conocer los motivos aquí. Poco a poco iré restableciendo la normalidad en el blog.
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jueves, 13 de marzo de 2008

Open Parliament

Ahora que finalizaron las elecciones, podemos hacer balance de la situación actual, y de cómo se ha llegado a este punto. Durante las últimas semanas he venido comentando con amigos y compañeros la omnipresencia de las grandes compañías de software alrededor de los comicios. Por un lado Google, que mediante YouTube ofreció la posibilidad a los ciudadanos de realizar las preguntas que deseasen, en primera persona, a los partidos políticos. También ofreció toda la información sobre el proceso electoral, recuento de votos y resultados en tiempo real. Por otro lado Microsoft, que ha estado presente mediante el bot que preparó el partido gobernante para informar a la ciudadanía de sus propuestas, y que requería el uso de MSN Messenger en su última versión para ofrecer toda su potencia de búsqueda. Los productos de la compañía de Redmond también se hacían imprescindibles en la página del Ministerio del Interior ya que, para poder visualizar los videos de las ruedas de prensa que se fueron ofreciendo a lo largo del día, se requería tener instalado Windows Media Player.


Mi opinión, como ya hablaba con los amigos, es que no se puede (no se debe) tener una doble moral, hablando de promocionar el software libre y los estándares abiertos, y usando software privativo en la administración pública. La dos compañías mencionadas (y tantas otras) poseen un potencial inimaginable para el procesamiento de la información. Potencial que puede volverse contra el ciudadano, por ejemplo, si se tiene acceso a datos tan sensibles como a quién votamos. Ya saben qué instalamos en nuestro equipo, qué blogs leemos, qué compramos… ¿Hasta cuándo seguiremos atados a software cerrado, no por ello más seguro, como ha demostrado la Historia? En Kriptópolis se hacían eco de estos asuntos hace unos días, y la noticia generó un interesante debate, unido a la propuesta de usar el voto electrónico para reducir el consumo de papel (lanzada, curiosamente, desde un diario impreso).


En aras de alcanzar una “democracia electrónica” más real, existen iniciativas como la que presentaba ayer, Día Internacional por la Libertad de Expresión en Internet. O la que recoge hoy Barrapunto, y nos hacemos eco de ella: el Open Parliament, donde se puede firmar solicitando a los gobiernos europeos que se use software libre en todas las instituciones y administraciones. El software libre genera riqueza local, es más seguro y a los contribuyentes nos cuesta menos.


Para saber más:



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