Nota del autor

Si la entrada que estás leyendo carece de imágenes, no se ve el vídeo que teóricamente lleva incrustado o el código fuente mostrado aparece sin formato, podéis conocer los motivos aquí. Poco a poco iré restableciendo la normalidad en el blog.
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martes, 26 de febrero de 2008

La pérdida de conocimiento en la empresa actual

Hace unos meses, mientras buscaba información técnica sobre algún aspecto del desarrollo de software, encontré un artículo que me llamó enormemente la atención. Tras leerlo, lo compartí con algunos amigos, compañeros de profesión, y coincidieron conmigo en lo acertado del análisis que realiza sobre la pérdida de conocimiento que sufren, por decisión propia, tantas empresas del sector de la consultoría informática.


Aunque hay que admitir que en el mundo globalizado que nos ha tocado vivir merecen igualdad de condiciones un indio, que un latinoamericano o un europeo, y que la competitividad ha crecido -y seguirá haciéndolo- hasta límites inesperados, lo que no deja de sorprenderme es la facilidad con que las empresas “reponen” a los trabajadores que, tras meses o años de aprendizaje, deciden abandonar el barco antes de que, por el propio burn out producido por la insatisfacción profesional a que lleva el sentirse infravalorado, ardan las naves con el pasaje dentro. Y su puesto, como si nada hubiese ocurrido, llegará otra persona que partirá desde cero para intentar hacer crecer el árbol que plantó su predecesor, quien ya conocía cada hoja y cada brote del mismo.


Citando el artículo “Insourcing”, mejor que “outsourcing”:




Otro factor por el que el outsourcing no es interesante desde mi punto de vista, es que los que aprenden son otros. Cada vez que trabajas en la implementación de un sistema, por trivial que sea, aprendes algo, y ese conocimiento adquirido es algo que te va a ayudar en proyectos futuros. A las empresas siempre se nos llena la boca cuando hablamos de know how, pero se nos olvida que el know how, sólo nace de la experiencia, de la formación y de la capacidad para retener a nuestro personal. Llevar a cabo proyectos de software no es sólo una manera de ganarse la vida, sino también una excelente manera de aprender para poder abarcar proyectos futuros y poder seguir en el juego de ganarnos la vida. Sin ese proceso de aprendizaje de las empresas, es también muy difícil que se den las condiciones necesarias para que se produzca la innovación. Y todos los proyectos de desarrollo de software que triunfan son innovadores, en uno u otro sentido.



Se puede decir más alto, pero no más claro. O tal vez sí, de una forma ciertamente más lírica. Hace unos días, mientras leía la revisión que de la Ilíada hace Baricco, me encontraba con un texto que salvando distancias, puede asemejarse en buena medida al sentimiento de burn out que mencionaba anteriormente.



Habló Aquiles, diciendo:

Hijo de Laertes, divino de mente astuta, es mejor que hable claro y diga lo que pienso, y lo que sucederá: así nos evitaremos seguir charlando inútilmente. No hay en la tierra ni un solo aqueo que pueda convencerme de que abandone mi ira. No podrá hacerlo Agamenón, ni podréis hacerlo vosotros. ¿Qué provecho obtiene quien combate, siempre, sin tregua, ante cualquier enemigo? El destino es igual tanto para el animoso como para el bellaco, igual es el honor para el valiente que para el cobarde, y mueren igual el holgazán y el esforzado. Nada me queda después de haber sufrido tanto, después de haber arriesgado mi vida en todo momento en el corazón de la batalla. Como un pájaro que lleva a sus polluelos la comida que con tanto esfuerzo ha conseguido, del mismo modo pasé yo muchas noches insomnes, y muchos días dediqué a luchar contra el enemigo en el campo ensangrentado.

[…]

Ve a donde esté Agamenón y refiérele lo que te he dicho, y hazlo en voz alta, delante de todos, de manera que los demás aqueos sepan qué clase de hombre es, para que tengan cuidado, no vayan a ser engañados ellos también. Yo os digo que, por muy desvergonzado que sea, no volverá a tener el valor de mirarme a los ojos. Y yo no iré en su ayuda, ni combatiendo, ni dándole consejo; ya he tenido bastante, que se vaya al diablo, nada puedo hacer si se ha vuelto loco. Él ya nada me importa, y odio sus presentes: aunque me diera diez, veinte veces cuanto posee, aunque me ofreciera tantos bienes como granos tiene la arena, ni siquiera así lograría doblegar mi corazón. Antes tendrá que pagar, hasta el fondo, la horrible ofensa con que me ha herido.

(Alessandro Baricco, Homero, Ilíada)

Para profundizar en el tema:

1 comentario:

  1. Hola Lobosoft no puedo estar más de acuerdo, y hemos defendido esta postura con las empresas con las que trabajamos.
    De hecho una buena propuesta es que los proyectos contengan objetivos de "conocimientos adquiridos"...
    un saludo ;-)

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