Vivimos días de movimiento en la red de redes. Por un lado, Microsoft se lanza al ruedo de los buscadores, dando carpetazo al proyecto Live Search, que sustituyó en su día a MSN Search y que, como aquél, resultó un proyecto fallido (y no me extraña, porque era un poco regularcillo). Ahora ve la luz Bing, el Microgle, por decirlo de alguna forma. Es decir, el equivalente de Google para Microsoft, de aspecto agradable (parece ideal para planificarnos un viaje por vacaciones), y con algunas opciones interesantes en la búsqueda. Habrá que ver en qué algoritmo se basan para presentar los resultados de búsqueda, pero a priori parece rápido, y ofrece páginas de resultados muy similares a las de Google.
Pero el grande de los buscadores también tiene una oferta que hacernos: Google Wave, o la integración de todos los sistemas de comunicación conocidos: ¿Cómo se concebiría un conglomerado de e-mail, SMS, blogging, twitter, grupos de discusión, news y redes sociales varias? Pues con Wave, con el que Google quiere atraernos a una nube conceptual, donde no sólo residan las aplicaciones, sino también el concepto de uso de las mismas.
Inicialmente, la propuesta es muy aparente, aunque para quienes prefieren no mezclar churras con merinas, como es mi caso, inicialmente no resulte del todo apetecible. Si no quiero un móvil con cámara digital, reproductor de MP3, GPS, pantalla táctil y acelerómetro, sino únicamente un cacharrito que me permita llamar y recibir llamadas, y opto por tener el MP3 en otro dispositivo independiente, ¿por qué iba a querer mezclar correo con redes sociales, por poner un ejemplo? Tras los lanzamientos de nuevas herramientas de Google, siempre ingeniosas, y el buenrrollismo del código abierto y el abrazar todos los estándares habidos y por haber, Google se me antoja como un inmenso gestor de información, del que no me queda muy claro hasta qué punto se impone (o impondrá) límites a sí mismo a la hora de gestionarla y obtener información para el que, hasta ahora, parece su único negocio rentable: la gestión de búsquedas y, por encima de todo, la publicitaria.
Lo que es indudable es que tendremos que echarle un vistazo a fondo cuando lo lancen de forma definitiva. Hay nuevos aires en la red, que no podemos dejar pasar.
Para saber más:
Con todo respeto, creo que no has pillado el concepto de Wave. No se trata de mezclar churras con merinas, ni el correo con una red social. A mí la definición que más me gusta es la que dan al inicio de la famosa demo: "Cómo sería el correo si se hubiese inventado hoy en día, y no hace 30 años". O por seguir con tu símil, no creo que tengas un device 'sólo telefono' y otro distinto para enviar y recibir SMSs, ¿a que no?
ResponderEliminarTambién veo que descalificas como 'buenrollismo' el hecho de hacerlo público no sólo como protocolo abierto, sino incluso open source! Vamos, yo no quiero caer en la Googlelatría, pero me dejan boquiabierto tanto sus desarrollos tecnológicos como su sentido estratégico.
Google ha definido el protocolo que será el sucesor de POP/SMTP. ¿Tendrá la misma repercusión a nivel mundial? Yo creo que sí. Dentro de 5 años estaremos usando todos wave, y dentro de 10 la palabra 'email' será un fósil como 'disquete' o 'cerebro electrónico'.
Lo que no me queda claro, como bien señalas, es cómo van a monetarizar Wave. ¿Publicidad? En la demo no aparece, desde luego. Habrá que esperar para ver el producto final.
Josu, es probable que simplificase demasiado el concepto de Wave, asi que gracias por tu aclaración. Es cierto que se trata de un enfoque novedoso a la hora de plantear las comunicaciones. El tema de la API y el protocolo a la hora de usar Wave y transmitir información me parece totalmente adecuado. Lo que me parecía más confuso era la herramienta de cara al usuario en sí mismo. De todas formas, se trata un poco de anticipar acontecimientos. Como bien dices, a Wave le queda aún un camino por recorrer y nos iremos haciendo a él conforme pasen los meses.
ResponderEliminarPor otro lado, respecto al "buenrrollismo" de Google, no quería que se entendiese que es por esta herramienta en sí, ni por hacer público el código. Hablaba en general, sobre la política de Google a la hora de acometer proyectos. Como tú, envidio (sanamente) los proyectos y desarrollos de Google. Me parecen de lo más innovador en unos tiempos en los que todo parece estar inventado, y aunque es cierto que no todos llegan a buen puerto (es algo que se le critica, el lanzar multitud de herramientas de las cuales muchas quedan en vía muerta), los que quedan, son impresionantes. Apoyo que las compañías sean más abiertas de lo que fueron IBM o Microsoft en sus días, pero con Google me queda la sensación (y admito que es algo totalmente personal) de que todo no puede ser tan bueno. Es decir, que me aterraría ver a Google convertido en un Gran Hermano orwelliano dentro de unos años. Por eso, creo que como usuarios, debemos controlar muy, muy bien, cómo se tratan nuestros datos e información, y cuidarnos de los monopolios en cualquier sentido. Y ya no es por Google, sino por cualquier otra compañía ante la que nos encontremos. Dicho esto, en la última entrevista de trabajo a la que asistí, me preguntaron que, de poder elegir una compañía en la que trabajar, cuál sería. Mi respuesta fue, precisamente por la admiración que me despierta desde el lado técnico, Google.
Saludos, y gracias por la aclaración :)