Una pregunta que suelen hacerme aquellos que conocen la existencia de este blog es: ¿por qué escribes? ¿Qué ganas con ello? Posiblemente a muchos de los que leáis Lobosoft de forma continuada os pregunten lo mismo. Me consta que muchos de vosotros también tenéis blogs, preferentemente tecnológicos y, de hecho, suelo leeros habitualmente cuando conozco vuestra web. La respuesta es tan simple como compleja: mezcla un poco de diversión, una pizca de apoyo a la memoria (quienes no lo tienen no pueden hacerse a la idea de cómo Google busca en mis recuerdos tecnológicos con un simple site:lobosoft.es, jejeje), y muchas ganas de compartir lo poquito que se sabe y va uno aprendiendo, y tendrás los alicientes principales de todo blogger. Luego están, claro, el reconocimiento público, las pequeñas alegrías de las cifras de visitas crecientes y, sobre todo, recurrentes, en algunos casos los míseros dólares que pueden reunirse con algo de publicidad de AdSense y similares… Pero básicamente, como digo, en mi caso escribo por diversión.
Aunque Lobosoft no es mi primer ni último blog, ni tan siquiera la primera web (la recuperación durante el aniversario de Google de su base de datos de 2001 me permitió recordar qué fue de mi primera web personal), y posiblemente si no escribiera entradas en el blog seguiría haciéndolo como antaño: diversos artículos y relatos que, en su mayoría, quedaron en el baúl de los recuerdos y, una ínfima minoría, repartidos por la web y diversos medios.
Pero a lo que iba que, como siempre de forma irremediable, termino divagando. He encontrado una interesantísima entrada (que, a su vez, referencia a la original), en la que Andrew Sullivan reflexiona sobre el acto de la escritura en los blogs, y posiblemente saca a relucir qué aspectos entrañan esta particular revolución de la escritura. Una entrada interesante, creo, para todos aquellos que poseen su blog, han pensado en crearlo, o nunca nos entendieron a quienes escribimos en uno (o en varios, que de todo hay en la vida, jejeje).
Por cierto, la entrada (y la referencia, que para algo es extensa, y así podrá ocupar la ociosidad obligada en la que posiblemente se encuentre sumido), va especialmente dedicada a un compañero blogger que anda recuperándose con su brazo inmovilizado, y por desgracia nos tendrá unos días sin poder disfrutar con sus entradas. Para nuestro amigo Lonifasiko, que andará en estos momentos recluido en su txoko, le deseamos desde aquí una pronta recuperación.