Después de la sonada falta de disponibilidad del servicio de webmail de Google, durante la cual -según parece- iba a acabarse el mundo, como bien comentan Lonifasiko en su txoko o GigA en su blog, me encuentro esta noche con un pequeño error en la página de iGoogle (Google convertido en portal personalizado que, os recuerdo, uso en combinación con Google Reader para organizar las fuentes de RSS que suelo leer). En concreto, acabo de intentar añadir un nuevo feed (realmente actualizar el de un blog que cambió de dirección... sí, vale, sé que soy un raro :P ). El caso es que, tras agregarlo, he intentado volver a la página principal de iGoogle, pero con escaso éxito. Tras esperar un buen rato (y hacer clic un par de veces en el enlace), la página ha dado un error. "Qué raro, me he dicho", y tras volver atrás en mi flamante Firefox, he posicionado el puntero del ratón sobre el enlace y...
¡Ups! ¿Google escucha peticiones en el puerto 2? ¿Desde cuando? Ni corto ni perezoso, he copiado la URL, la he puesto en otra pestaña del navegador, le he quitado el número de puerto y... ¡Tachan! iGoogle a su servicio.
He accedido al sitio de Nap Online, y no me ha dejado hacer un lindo escaneo de puertos sobre la dirección de Google. Ni corto ni perezoso, he buscado otro escaner de puertos on-line (sí, en mi portátil tengo alguno instalado, en el pendrive también, pero ni tenía el primero encendido ni ganas de buscar el segundo, y el estar en el PC de trabajo de mi pareja, me ha servido para buscar esta herramienta on-line y que la entrada tenga algún enlace útil al menos, aparte de la mera curiosidad de lo que os cuento ;) ). En TCP/IP Port Scanner no le tienen miedo a Google, y me ha permitido darle una pasada a los puertos. Obviamente, el puerto 2 no está abierto ni por asomo.
¿Quién habrá tocado ese enlace en la web del buscador más conocido? ¿Pasarán en Google pruebas sobre la interfaz de usuario con herramientas tan útiles como Selenium? Con estas pruebas evitamos, tras tocar el código existente para incluir nuevas características, que las que ya funcionaban dejen de hacerlo. Y recordad, como dicen en mi pueblo: ¡si algo funciona, no lo toques zagal!