Nota del autor

Si la entrada que estás leyendo carece de imágenes, no se ve el vídeo que teóricamente lleva incrustado o el código fuente mostrado aparece sin formato, podéis conocer los motivos aquí. Poco a poco iré restableciendo la normalidad en el blog.
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Lobosoft.

viernes, 15 de octubre de 2010

Los diez mandamientos

En la entrada anterior realizaba una breve introducción acerca de la necesidad de elaborar un código ético que sirva de guía a las decisiones que los profesionales de las nuevas tecnologías y, en particular, de la informática deben adoptar cuando llevan a cabo su trabajo. Como parte de esta “ética informática” cabría destacar la que los usuarios de la tecnología manifestarían durante el aprovechamiento de la misma. Al final del artículo aparecía un listado de “Los 10 mandamientos de la ética informática” que publicase en su día el Instituto de Ética e Informática en un intento de formalizar unos criterios mínimos a tener en cuenta al establecer un código de conducta para el uso de la informática.

Resulta a todas luces manifiesto, tal y como se apunta, que “los diez mandamientos” pretenden simplemente establecer unas líneas generales sobre las que trazar un código ético mucho más elaborado. Ni todos ellos tienen la misma importancia, ni son exhaustivos ni, tan siquiera, infalibles. Sin embargo, dada la difusión que han tenido a lo largo del tiempo en Internet, he creído interesante profundizar un poco más en ellos, en su alcance y limitaciones. Veámoslos en detalle.

  1. No usarás una computadora para dañar a otros seres humanos:
    (Thou shalt not use a computer to harm other people)
    Este primer “mandamiento” puede parecer demasiado evidente pero no lo es. Por un lado, al igual que no es ético destruir la biblioteca de una persona tampoco lo será borrar o dañar sus archivos informáticos o invadir su privacidad. ¿Y si no es ético construir un misil que matará personas lo es acaso más el software que controla la lanzadera desde el que será disparado?

    Además, las implicaciones de esta premisa deberían ir más allá. Los daños al medio ambiente durante la producción de los ordenadores y la eliminación de residuos y equipos obsoletos implican un menoscabo de la calidad medioambiental y de la salud de muchas personas. Esto forma parte del concepto de “ecología en la sombra” que el profesor de ciencia política Peter Dauvergne definiese en su obra Shadows in the Forest. Japan and the Politics of Timber in Southeast Asia y que se refiere al impacto medioambiental que unos países llevan a cabo en otros y que a menudo no se hace visible en las formas de contabilización y valoración habituales.

  2. No interferirás en el trabajo del ordenador de otras personas:
    (Thou shalt not interfere with other people's computer work)
    Lo que implica no interrumpir la ejecución del software, interferir en el buen funcionamiento de los equipos ajenos o degradar el rendimiento de sus sistemas informáticos. Aquí podríamos incluir el uso de virus informáticos, troyanos y otro malware.

  3. No accederás a los archivos informáticos de otros individuos:
    (Thou shalt not snoop around in other people's files)
    Este mandamiento protege la privacidad de las personas y se extiende tanto al acceso como a la no destrucción o manipulación de la información. También abarca el mal uso de cuentas de usuario en los sistemas (acceder con cuentas ajenas, permitir a otros usuarios el uso de la propia o la gestión de contraseñas), el acceso al correo electrónico ajeno, que sería igual de poco ético que leer su correspondencia “tradicional”, etcétera. Para la protección de la información puede recurrirse a las técnicas de cifrado, por lo que volvemos a citar el ámbito de la seguridad informática como garante de los derechos de los usuarios de la informática.

    Sin embargo, tanto este como el anterior plantean también un dilema ético. ¿Qué ocurre con los sistemas informáticos y los datos de organizaciones criminales? ¿Y si mediante estas herramientas informáticas se están vulnerando otros mandamientos, por ejemplo al estar siendo usadas para dañar a otras personas? Comenzamos a ver cómo, al igual que en otros campos, mantener una conducta adecuada va a depender de la situación en que nos veamos involucrados.

  4. No utilizarás un ordenador para perpetrar un robo:
    (Thou shalt not use a computer to steal)
    Abarca tanto la vulneración de leyes en contra de la apropiación indebida de dinero o recursos materiales como la copia o distribución de datos informáticos o software.

  5. No utilizarás un ordenador para dar falso testimonio:
    (Thou shalt not use a computer to bear false witness)
    Internet pone al alcance de sus usuarios una cantidad ingente de información que puede ser tanto verdadera como no. La mentira, en este medio, puede propagarse tan rápido como la verdad, y difundir a través de la Red información falsa lleva a la “desinformación” de los usuarios.

    Es más, la difusión de rumores falsos sobre una persona (física o jurídica) o hecho histórico puede provocar daños muy graves. La difamación y la falsa propaganda sobre acontecimientos históricos son actos denostables, pero no lo son menos la difusión de rumores no probados (¿cuántas veces no habrá recibido el lector correos electrónicos informando que se le va a cobrar un importe por el uso del servicio de e-mail o cartas “en cadena”?) o la descarga y almacenamiento de archivos o mensajes obscenos, denigrantes o amenazantes (pornografía infantil, hoaxes como la “estafa a la nigeriana”, …).

    Una vez más se nos plantea un dilema. ¿Qué ocurre si el falso testimonio es usado para desviar la atención y evitar un daño aún mayor? Abundaremos en el tema en futuras entradas pero, por ejemplo, es a lo que se dedican empresas que “inundan” internet con información benigna sobre usuarios cuya imagen en la red ha sido dañada (por propia inconsciencia o por una tercera persona). Por otro lado, ¿es lícito propagar información falsa que beneficie a una persona? Pensemos que este beneficio puede ir en menoscabo de posibles competidores, lo que nos llevaría a pensar en nuestro primer mandamiento aunque esté siendo vulnerado de forma indirecta.

  6. No copiarás o usarás software propietario por el que no hayas pagado:
    (Thou shalt not use or copy software for which you have not paid)
    El software es un producto intelectual y como tal queda “protegido” también por el mandamiento octavo de la lista que nos ocupa. Al igual que como los libros (aunque con las peculiaridades de cada cual), la obtención de copias ilegales de software con derechos de autor podría equipararse a la fotocopia un libro con derechos de autor. En ambos casos las leyes en protegen a quienes ostentan los derechos de propiedad intelectual, por lo que queda salvaguardado de cualquier uso de estos recursos en que se viole la ley (uso, copia o transmisión no autorizada del software). La protección del software en este caso puede darse mediante la inclusión de códigos de activación, uso de hardware de protección… Las imágenes pueden contener marcas de agua y la música o películas hacer uso de tecnología DRM (Digital Rights Management).

    Frente a esto cabría preguntarse si por el software que usamos ha sido desarrollado cumpliendo con estas premisas éticas que presentamos. Las patentes de software vulneran, en ocasiones, licencias de uso de software libre sin que pueda llegar a demostrarse o permiten a las compañías apropiarse del trabajo de desarrolladores anónimos. En el coste económico del software pueden incluirse los de licencias de funcionalidades que no vayamos a usar (por ejemplo, un ordenador en un almacén con un sistema operativo de código cerrado que reproduzca formatos de audio o vídeo que nunca van a ser reproducidos y por los cuales, sin embargo, se ha pagado una cierta cantidad). ¿En ese caso es lícito que la casa de software cobre un elevado importe por su producto? ¿Hasta qué punto permitiría ser personalizado y, por tanto, ajustado su coste al usuario?

    Ante esta situación el software libre cobra una importancia crucial. Además de estar inspirado en unas sólidas bases éticas (hablaremos sobre ello en un futuro) permite a los usuarios gestionar su propio software y no permanecer atado a los intereses de una determinada empresa.

  7. No usarás los recursos computacionales de otras personas sin autorización o una compensación adecuada:(Thou shalt not use other people's computer resources without authorization)
    En este mandamiento quedarían englobadas las técnicas de hacking o el uso de información obtenida, por ejemplo, de Internet, sin hacer referencia a las fuentes y autoría de la misma.

    Un dilema ético que podrían presentarse aquí sería, por ejemplo, tener que acceder a un sistema informático ante una emergencia para prevenir daños mayores.

  8. No te apropiarás del trabajo intelectual de otras personas:
    (Thou shalt not appropriate other people's intellectual output)
    Engloba aspectos tan variados como el plagio (apropiarse del trabajo de otros sin dar crédito a su autor), el envío de comunicaciones personales sin el consentimiento del autor (dar difusión a comunicaciones privadas) o distribuir el código fuente del software en el que está trabajando un desarrollador cuando sea, por ejemplo, para su empresa.

    Ben Fairweather, en su documento “Commentary on the Ten Commandments of Computer Ethics” (que ha constituido una fuente de inspiración para este artículo) presenta un interesante dilema: ¿qué ocurre si tiene una idea brillante que puede producir grandes beneficios sociales pero que no se tomará en serio si el verdadero autor es desconocido? Al apropiarse de su producción intelectual y ser publicada la sociedad en su conjunto se beneficiará sustancialmente. ¿Esto legitima a quien pueda darle difusión a apropiarse del trabajo? Personalmente pienso que en este caso sería más conveniente respaldar la idea de este creador anónimo mediante un adecuado mecenazgo que la ponga en valor sin restarle las debidas atribuciones.

  9. Reflexionarás sobre las consecuencias sociales del programa que estás escribiendo o el sistema que estás diseñando:
    (Thou shalt think about the social consequences of the program you write)
    Podríamos relacionarlo con el quinto mandamiento y el uso indebido de la tecnología, por ejemplo, para dar difusión a contenidos denigrantes o que puedan dañar al destinatario. Ahmet Celal Cem Say en su documento “Introduction to Computing” para un curso impartido por su departamento en la Universidad de Boğaziçi (en Estambul) presenta un ejemplo de esto último:

    For example, if you are working for an animation house, and are producing animated films for children, you are responsible for their contents. Do the animations include scenes that can be harmful to children? In the United States, the Communications Decency Act was an attempt by lawmakers to ban certain types of content from Internet websites to protect young children from harmful material. That law was struck down because it violated the free speech principles in that country's constitution. The discussion, of course, is going on.
    Aquí, a mi parecer, entramos en el campo de la responsabilidad ética (que no culpabilidad) de nuestras acciones. El debate entre los mandamientos de ética informática, el derecho de expresión o la “Hacking communities constitution” ha estado siempre presente y, por supuesto, se ofrece a múltiples interpretaciones. Sin embargo, creo que estas discusiones tienden a enriquecer la comprensión del tema siempre controvertido del alcance de los derechos y deberes de los individuos. En las referencias al final de la entrada es posible encontrar más información sobre este debate.

  10. Usarás siempre tu ordenador de forma que asegure la consideración y el respeto hacia quienes te rodean:
    (Thou shalt use a computer in ways that show consideration and respect)

    Por ejemplo, no acaparando los recursos de un sistema informático: usando todas las conexiones o el ancho de banda de una red, interfiriendo en las de los demás para conseguir mayores privilegios, etc.
Aunque sea a grandes rasgos y con las limitaciones que impone no extender demasiado una entrada que se ha alargado más de lo que habría deseado, espero que esta introducción haya resultado de vuestro interés y despierte, cómo no, un debate que será a buen seguro tan enriquecedor como interesante.

Para saber más:

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