Nota del autor

Si la entrada que estás leyendo carece de imágenes, no se ve el vídeo que teóricamente lleva incrustado o el código fuente mostrado aparece sin formato, podéis conocer los motivos aquí. Poco a poco iré restableciendo la normalidad en el blog.
Este blog es un archivo de los artículos situados previamente en Lobosoft.es y ha dejado de ser actualizado. Las nuevas entradas pueden encontrarse en www.lobosoft.es. Un saludo,
Lobosoft.

martes, 26 de mayo de 2009

Leyendo electrónicamente...

Llevo un tiempo sin actualizar el blog de forma continuada, y la verdad es que ya iba siendo hora de escribir algo en el mismo. Aunque tengo varios artículos en mente, el caso es que me he quedado sin ordenador por un tiempo. No, no se ha roto, ni nada por el estilo. Se me olvidó el portátil en casa de mis padres, y hasta que vuelva… bueno, tendré que ir “robando” el de mi pareja para actualizar y escribir un poco. El caso es que no todo es malo, ya que a los artículos que tenía en mente se le suman unos pocos relacionados con el aparatejo que tengo ahora mismo al lado. Y es que, en un alarde de generosidad (o puede que por tenerme callado un rato :D), mi pareja me ha regalado un precioso (bueno, la verdad es que se parece un poco a una calculadora) y práctico (esto sí que es cierto) Papyre 6.1. Vamos, un Hanlin V3 distribuido en España.



El lector de libros electrónicos es una pasada. Simple pero efectivo, cumple con prácticamente todo lo que necesitaba de un dispositivo como este. Se lee genial en él: con su contraste, la sensación de lectura es como la de un papel verdadero, no cansa para nada la vista, y lo único que se le echa un poco en falta es una velocidad de refresco mayor al pasar de página. No tiene pantalla táctil, ni WiFi, ni Bluetooth, ni nada por el estilo. Un sencillo cable USB (eso sí, podría ser 2.0 y no 1.1) es todo lo que necesita a nivel de conectividad. No me cabe duda que los lectores del futuro superarán con creces a este dispositivo, que es la antesala a un mundo fantástico donde se podrá leer con mayores resoluciones y comodidad, pero sus pros superan a los contras: una autonomía de unas 10.000 páginas, sencillez de operación, actualización del firmware sencilla (de hecho, ya estoy salivando tras echar un vistazo a OpenInkpot), facilidad de programación con su SDK (al fin y al cabo, lleva un GNU/Linux en su corazoncito, una poco conocida y minimalista distro Wolf Linux), y una amplia variedad de formatos que leer: PDF, RTF, Word, FB2, PPT, …


Ya os iré contando mis peripecias con el aparatejo y, sobre todo, los tejemanejes tecnológicos en los que me vaya metiendo en lo sucesivo.

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