- Privacidad (Privacy): se corresponde con el ámbito de la intimidad de las personas y su vida privada.
- Exactitud (Accuracy): todo lo relacionado con las necesidades (y obligatoriedad) de tratar la información con exactitud, veracidad y objetividad.
- Propiedad (Property): problemas relacionados con la propiedad intelectual de la información.
- Accesibilidad (Accesibility): atañe a la regulación del uso de la informática: normas y límites aplicables en el acceso a la información.
La privacidad es un derecho básico en el uso de la información, ya que cada vez existen más medios para obtener información sobre los usuarios; sus datos personales, sus preferencias de compra o sus intereses, por ejemplo, constituyen además un preciado bien de intercambio entre las empresas, otros individuos o los propios gobiernos.
Aunque el uso de la informática para la gestión de la información debería ofrecer mayores garantías de exactitud en su proceso y puesta a disposición de los usuarios que otros métodos más tradicionales, lo cierto es que no siempre ocurre así. Este debería ser un derecho básico para estos y una obligación inexcusable para quienes proveen el servicio.
El derecho a la propiedad intelectual salvaguarda el trabajo de los creadores, regulando la copia ilegal de este mediante los mecanismos legales pertinentes. Herramientas como las patentes o el copyright sirven a este fin. Este derecho es uno de los más controvertidos, por ejemplo en lo tocante a los derechos de autor de obras artísticas (musicales, fílmicas, literarias…) y muy particularmente respecto al software (como ocurrió con las patentes del software en Europa). Es uno de los problemas éticos donde, con toda probabilidad, se genere un mayor debate y resulte más controvertida su aplicación, tendiéndose en ocasiones a “matar al mensajero”. Sin duda, hablaremos más adelante sobre ello en la bitácora.
Por último, el derecho de acceso quiere proteger el acceso a la información de forma libre por parte de los usuarios. Muchos datos que se encontraban disponibles en bibliotecas y hemerotecas, por ejemplo, pasan a formar parte de bases de datos comerciales y a limitarse su uso por parte de los usuarios (es uno de los miedos que despertó en su día, por ejemplo, el servicio de Google Books).
Resulta fácil establecer relaciones entre estos cuatro aspectos éticos y los diez mandamientos que vimos hace unos días, y entre ambos y los códigos deontológicos de muchas asociaciones de informáticos. A este respecto resulta de lo más interesante el texto introductorio de Porfirio Barroso titulado “Cuatro principios de ética en Internet”, cuya lectura recomiendo.
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